Actualidad y sociedad
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El último grito de «Míchel, maricón»

(...)La violencia, efectivamente, estaba en todos lados, más o menos soterrada y frente a la violencia, el insulto era incluso deseable. Porque el caso es que la Demencia insultaba, por supuesto. A veces con ingenio y a veces sin el más mínimo. Yo recuerdo un partido en el que a Antonio Martín le tocó lanzar dos tiros libres y a alguien no se le ocurrió otra cosa que gritarle «Iba borracho, Fernando iba borracho» a pleno pulmón, en referencia a su hermano recién fallecido, idea que nos pareció maravillosa y que repetíamos a cada falta personal"

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menéame