Los agentes declararon al juez que les atacó con un cuchillo, les arrebató el escudo y que le esposaron tras alcanzarle con seis disparos de los 18 que realizaron porque seguía resistiéndose, tras acceder a la vivienda con las llaves que le había proporcionado la madre. La madre había llamado a la Policía porque llevaba tres días muy violento y quería que le ayudaran a calmarlo. El juez les imputa porque hay informes de la policía científica que contradicen algunas de las afirmaciones de los policías, como el hecho de disparos fuera del piso.
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