Sheila Díaz tiene 32 años, es madrileña, y en noviembre de 2021 se quedó ciega tras una operación quirúrgica. Desde entonces, ha luchado por adaptarse a gestos tan rutinarios como escoger el pantalón que combine con la camiseta o hacer café sin quemarse, y trabaja como "cuponera" en la ONCE. En una entrevista con EFE en la delegación territorial de la ONCE en Madrid, donde ha recibido apoyos, Sheila relata que todo empezó tras esa "pequeña cirugía" para mejorar su vista pero tras una "mala praxis médica" acabó saliendo del quirófano ciega.
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