Cada vez son más las personas acogidas en Barcelona que tienen un contrato laboral, pero no pueden abandonar los centros y albergues. En algunos de ellos, la cifra se dispara a casi la mitad de sus ocupantes. Según la última Diagnosis publicada, el 10,89 % de las personas que viven en estos equipamientos tiene empleo con contrato. En 2012 era un 4,10%. Además de la precariedad laboral, la subida del precio del alquiler en Barcelona (un 44% desde 2014) bloquea el acceso a la vivienda de estas personas.
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