Unos 2.000 ediles y diputados de Junts per Catalunya, ERC y la CUP se sumaron el miércoles a la llamada Assemblea de Càrrecs Electes de Catalunya en un acto en el que aprobaron un manifiesto de rechazo a la sentencia del procés. El presidente catalán, Quim Torra, el vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, y varios consejeros asistieron al cónclave, aunque no intervinieron. El órgano fue concebido en 2017 para suplir a las instituciones catalanas tras el 1-O y la eventual intervención del autogobierno, pero que no se llegó a reunir. Unos 300 a
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