Los más de 106.000 habitantes de la pequeña nación insular del Pacífico, han comenzado un confinamiento de una semana, el primero que se impone desde el inicio de la pandemia. La medida obliga al cierre de escuelas, bares y restaurantes, además del toque de queda nocturno. Se pide que las personas se queden en casa y solo salgan para comprar. Una persona vacunada que llegó a Tonga hace más de una semana desde Nueva Zelanda en un vuelo de repatriación con 215 pasajeros, dio positivo de COVID. El primer caso desde que apareció este virus mundial.
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