Francisco López —para todos, Paco— nunca superó la muerte de su hijo Víctor. El joven, de solo 20 años, fue la víctima mortal de la temeridad de Kevin Cui, el kamikaze de la M-50. Ocurrió en septiembre de 2019 y la sentencia se conoció hace poco más de dos semanas: ocho años de cárcel para el kamikaze. Paco, tras una larga depresión, no ha podido aguantarlo más. La noche de este martes se ha ahorcado en una cancha de baloncesto de Rivas Vaciamadrid.
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