Era medianoche en Kenia. Trabajadores de una cantera en Koromey, en Mandera, terminaban su jornada de trabajo, cuando militantes de la milicia somalí Al Shabab, fuertemente armados, los emboscaron. A sangre fría, la secta islamista ejecutó a 36 de ellos. Tras separar a los musulmanes, ordenó a los no musulmanes postrarse y les dispararon en la cabeza a quemarropa. Dos víctimas fueron decapitadas. Varios trabajadores han sido secuestrados. El atentado se produce solo días después de que otro comando del mismo grupo interceptara un autobús...
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