A sus 16 años, Mariama tomó una decisión difícil: abandonaría a su familia, su casa, su país y, en definitiva, todo lo que conocía, para construir «un futuro mejor» en Europa. Quedarse significaba aceptar un matrimonio forzado con un hombre que ni conocía ni le gustaba, y contar sus planes de fuga, poner en un brete a sus padres, que estaban obligados a presionarla
|
etiquetas: mariama diana , canarias , inmigración