"Me violaron de pequeño. Un cura se metió en mi cama durante una estancia a la que acudí en un colegio británico para aprender inglés. Me quedé petrificado. (...) Lo que sí sé bien es que no se puede recibir más violencia. Ese olor indeseado, esa barba y esa lengua indeseadas que recorrieron todo mi cuerpo indefenso y paralizado no pudieron hacerme más daño. No existe mayor posibilidad de violencia. Si me hubiera pegado o forzado, si me hubiera herido con un cuchillo, si me hubiera matado, no me hubiera hecho más daño."
|
etiquetas: la manada , violación , violencia , sentencia , castigo