Un primer plano de un móvil marca las 16.19 horas del pasado jueves 3 de octubre. Unas manos atadas con cinta negra sostienen el dispositivo, que está en modo avión. Las heridas en los dedos sugieren violencia reciente, pero las dudas se evaporan cuando el enfoque se centra en un hombre sentado, desnudo, con casi toda la cabeza envuelta con cinta americana gris que también le cubre los ojos. La nariz y la boca sí están a la vista. La primera parece hinchada, el segundo está reventado.
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Y si lo que se pretende es luchar contra las mafias que le pregunten a la alcaldesa...
Pero tampoco creo que sea un tema de alarma social, si eres electricista, por ejemplo, no te vas a ver nunca en esa situación.
Otra cosa son los tiroteos en las calles donde siempre se puede escapar una bala.
Quizás en vez de ser unos "sin papeles" estos mafiosos frecuentan esos clubs sólo para socios...
Hoy son marroquíes, mañana rusos y pasado holandeses.
Si alguien quiere mezclar esto con la inmigración está más perdido que el barco del arroz.