¿Cómo pasó lo que no podía pasar? Error humano, confusión, malos cálculos, algo de soberbia tal vez. La investigación del accidente fue un fracaso: las dos naves estaban aseguradas por la misma compañía, más interesada en eludir unas indemnizaciones cercanas a los doscientos millones de dólares, que en descubrir qué había pasado. Las culpas cayeron, injustas, sobre el veterano capitán del Andrea Doria, Piero Calamai, al que le quitaron luego toda posibilidad de capitanear un barco y murió, amargado, sin conocer los resultados de las investigac