Según datos de la ONU, antes del último ataque israelí contra Rafah, la ciudad albergaba a 600.000 niños que se habían refugiado allí y que vivían en tiendas de campaña o alojamientos improvisados muy precarios. Mardini ha recordado que muchos niños gazatíes han perdido a sus familias y sus hogares, y han huido varias veces para llegar a refugiarse en áreas hacinadas donde carecen de todos los bienes y servicios básicos. «¿Adónde se supone que deben ir?»