Identifican al inversor multimillonario Peter Thiel como uno de los accionistas relacionados con el colapso del exchange de criptomonedas FTX. El nombre de Thiel se ha vinculado públicamente al exchange por primera vez, y se une así a otros accionistas famosos destacados como el jugador de fútbol americano Tom Brady y el inversor Kevin O’Leary.

Los aviones de Ryanair no volverán a los cielos si la aerolínea se ve obligada a dejar el asiento del medio vacío para cumplir con las reglas "idiotas" de distancia social en vuelo, ha dicho su director ejecutivo, Michael O’Leary.

España no debería dejarse chulear por un sujeto que sostiene aeropuertos que tal vez no deberían haberse construido jamás. A escala internacional, una compañía aérea que maltrata a sus usuarios y a sus empleados debería ser seriamente reprimida: yo no descartaría la ilegalización de Ryanair por crímenes contra la humanidad. Y nada me haría más feliz que ver al funesto señor O'Leary ante el tribunal de La Haya.

Ryanair fue fundada por Tony Ryan en 1985 para romper con el duopolio de British Airways y Aer Lingus en los vuelos Irlanda-Inglaterra. Como el negocio de las aerolíneas es horrible no tardó en entrar en números rojos. ¿La solución? Enviar en 1991 a su asesor financiero a EEUU para analizar ese curioso modelo de negocio que al parecer estaba funcionando tan bien, el low-cost de Southwest. Ese asesor, a los pocos años de su vuelta, se convirtió en el CEO de Ryanair y transformó la compañía entera. Ese hombre era Michael O’Leary.

Michael O'Leary, presidente de Ryanair, ha anunciado que el plan económico para Ryanair para el año que viene no pasará por renovar aviones en rutas a Reino Unido, sino que pivotará completamente al crecimiento en la Unión Europea. La compañía de bajo coste irlandesa lleva al año 100 millones de pasajeros, de los cuales 40 millones son británicos. Su centro de operaciones actual es el aeropuerto londinense de Stansted.