El historiador italiano Carlo Maria Cipolla, en sus «Leyes fundamentales sobre la estupidez humana«, define a los estúpidos como «personas que hacen mal a los demás sin beneficiarse ellos mismos». Que Trump actúe como un matón de patio de colegio es algo que, a estas alturas, no sorprende absolutamente a nadie. Que además lo haga mediante una acción rápida, recurriendo a lo que haga falta y simplemente para gratificarse a sí mismo, tampoco. Y que termine perjudicándole a él, como tantas otras cosas absurdas que ha hecho, menos aún.
