La crisis es grave, nadie lo niega, y las soluciones tienen que estar a la altura de esa gravedad. El Gobierno y la Generalitat llevan toda la semana negociando intensamente una salida al escándalo del presunto espionaje a más de 60 dirigentes independentistas, que ellos atribuyen directamente al CNI. Y esas negociaciones empiezan a fructificar. Félix Bolaños, la persona en la que suelen recaer las crisis más delicadas, se verá en Barcelona este domingo con Laura Vilagrà, su homóloga en la Generalitat, para empezar a buscar una salida.