"La persecución acabará con los cristianos [en Irak] después de 2.000 años", declaró recientemente el arzobispo caldeo de Basora, Habib Nafali. Relató cómo la persecución violenta y sistemática ha aniquilado prácticamente a la minoría cristiana de Irak. Desde la invasión comandada por EEUU (2003), la población cristiana ha descendido de los 1,5 millones de individuos a apenas 250.000, una reducción del 85%. Durante estos 15 años, los cristianos han sido secuestrados, esclavizados, violados y asesinados –a veces crucificados–.