China destaca entre los países que aplican la pena de muerte porque, según algunas fuentes, solo en ella se producen más ejecuciones que en el resto del mundo. Sin embargo, en la actualidad la situación es mucho más esperanzadora que en los años 80, cuando casi se alcanzaron las 25.000 ejecuciones anuales. Además, también ha habido muchos cambios en aspectos como los procedimientos jurídicos y los métodos aplicados, con los fusilamientos dando paso a la inyección letal, aunque esta última también cuenta con aspectos controvertidos (...)