Y ahora llega un tal Sánchez, más ayuno en preparación que todos los líderes socialistas anteriores, lo que ya es decir, y afirma sin sonrojarse: “Tenemos proyecto, equipo y líder para gobernar el país inmediatamente después de las elecciones”. Este es el programa: lo primero, como todos los gobiernos socialistas del pasado, derogar lo anterior sin pararse a pensar un segundo si es bueno o si es malo; lo segundo, subir impuestos a la clase media y trabajadora para seguir financiando el despilfarro político, subir el gasto y crear 200.000 nuevos