Señora presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid, en su intervención de ayer en la Asamblea Parlamentaria señalaba que el odio, y el miedo que induce, son más peligrosos que el virus.Una afirmación con la que se podría coincidir, pero que es muy distinta de identificar a los adversarios políticos con los sembradores del cainismo para así, transformados en enemigos acérrimos y excluidos de toda posible convivencia, combatirlos mejor. Aplíquese Su Señoría a pacificar la coalición de su gobierno y a promover la concordia,