Mas los vecinos reunidos
deciden negar las piezas,
los soldados del consejo
de la ciudad se apoderan
y derramando alquitrán
prenden fuego con su teas.
De poco su saña vale
al Consejo de Regencia
que entran en comunidad
Úbeda, Burgos, Palencia,
Valladolid, Badajoz,
Ciudad Rodrigo, Baeza,
Sevilla, Toro, Jaén,
Cáceres, León y Cuenca.
El Pueblo será sus jefes
expulsa los que le dieran
y subiéndose a los montes
comunican por hogueras:
“Castilla se pertenece,
a nadie perteneciera.”
Mensajeros afanosos
se esparcen por la meseta.
Y en la razón de los otros
nuevas razones encuentran
ya cunde en toda Castilla
la Rebelión Comunera.