El veto sobre Carmena es cruzado, reiteran miembros de PSOE y Podemos. Por un lado, atañe a la dificultad para la exregidora de alcanzar los 210 votos en el Congreso necesarios para convertirse en Defensora del Pueblo. Y por el otro por la reticencia del propio Iglesias, que no olvida el papel desempeñado por la exalcaldesa en la "conjura de las empanadillas" de finales de 2018 y el golpe de Íñigo Errejón de enero. “A Carmena, ni agua”, rematan fuentes del partido morado.
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