La adaptación al entorno y al clima ha sido siempre un reto para la humanidad, y era imprescindible en la Antigüedad. Para protegerse de las inclemencias del tiempo, la arquitectura doméstica se valía de materiales sostenibles y ecológicos que disponía el entorno natural en el que era construida. La clave de este tipo de arquitectura es que las propias materias primas, como los árboles, plantas, animales y minerales, entre otros, llevaban milenios adaptándose a la climatología específica de cada región. Por eso son los materiales más adecuados.
|
etiquetas: arquitectura , sostenible