La ideología californiana, como lo denominaron dos teóricos de los medios británicos en la década de 1990, combinó la libertad personal con la desregulación del mercado. Un principio básico era que plataformas como Google y Facebook eran políticamente neutrales. Eran herramientas para la expresión política, pero no tenían política propia. Aumentarían la votación, pero no la afectarían. Los líderes de la industria defendieron valores que cualquiera podría adoptar: compartir, conectarse, comunidad, apertura, expresión. El idioma que hablaban era
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