Por todo ello, la conclusión que lanza es mucho dura: "Si la corrupción fuera realmente un problema para la justicia de este país, tendrían que empezar por el Partido Popular y la familia real. La realidad es que el sistema judicial español ha abandonado la imparcialidad y se ha puesto al servicio de la unidad del país amenazada por la independencia catalana".
|
etiquetas: diario de noticias , portugal , alay , emérito