Los EE.UU. e Israel trataron de enfrentar a Hezbollah cara a cara pero no lograron derrotar o debilitar al grupo. Trataron de dividir Irak y Siria para cortar el camino de suministro a Hezbollah, pero no sirvió de nada. Su último intento fue imponer la “máxima presión” sobre Irán. El resultado fue que Teherán no se sometió y Hezbolá siguió pagando los salarios a decenas de miles de militantes en moneda estadounidense, incluso cuando ésta falta en gran parte en el Líbano.
|
etiquetas: hezbolá , líbano