Personas que de otro modo parecen bien educadas y racionales siguen negándo vacunas para sus hijos debido a un estudio desacreditado y vinculando falsamente vacunas con el autismo. Ellos eligen los remedios de hierbas en lugar de los medicamentos y operaciones para el tratamiento de enfermedades graves como el cáncer. Huyen de la medicina moderna para visitar cualquier otro gurú posible. Pero ¿A qué precio? ¿Qué alimenta esta desconfianza? Traducción:
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