A Esperanza Aguirre solo le queda la imbecilidad, que puede ser mucho o poco según se mire. Es un argumento al que se agarran o agarraron la Infanta, Rita Barberá, Mariano Rajoy, José María Aznar, Felipe González, Alfonso Guerra y una enorme lista de personajes tan reconocibles como mediocres y/o corruptos. “Yo no sabía nada” es lo que ha venido a decir “la lideresa” mientras dimitía como supuesto gesto de dignidad.
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