El sistema federal de Estados Unidos se basa en un principio muy simple: si un político quiere hacer cualquier cosa, debe buscar la forma de pagarlo. Los estados pueden ofrecer casi cualquier tipo de servicio público que se les ocurra, siempre que estén dispuestos a recaudar los impuestos necesarios para su prestación. No hay apenas límites constitucionales sobre qué tributos o tasas los estados pueden crear. En general, mientras no intenten establecer aranceles hacia otros países o estados de la unión, pueden hacer lo que quieran.
|
etiquetas: federalismo , fiscalidad