Una niña de 13 años ha sido castigada con 5 latigazos por un comportamiento indecente tras ser violada por su padre. La esperpéntica decisión la tomó un consejo tribal de la aldea de Jawalwandi, que justificó la acción del violador en que "estaba borracho", y acusó a la víctima por no haber confesado el delito desde el primer momento. De esta forma, la pequeña fue atada a un árbol con cuerdas y azotada con la rama de un árbol. "Mi error fue no decírselo a nadie en casa, solo dije que mi padre me había cogido de la mano", dijo la niña.
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