El padre de Olivia, la niña de seis años muerta en Gijón, estaba condenado desde febrero de 2020 por violencia de género por el Juzgado de lo Penal número 1 de Segovia. En concreto, la Audiencia Provincial de Segovia le consideraba autor de un delito de malos tratos con lesiones en el ámbito de la violencia de género cuando en una discusión el padre le pidió que firmara el divorcio y zarandeó a su mujer y la golpeó en un brazo y la espalda. La víctima sufrió erosiones y hematoma
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