OpenAI acaba de dejar atrás otro de sus principios fundacionales. La compañía de inteligencia artificial, que nació como una entidad sin ánimos de lucro, adoptó una estructura híbrida con un brazo comercial en 2019. Ahora, mientras se encamina a abandonar lo que aún le quedaba de altruismo, ha decidido llevar su tecnología al campo de batalla, y había prometido no hacerlo. Anduril, una firma de defensa que fabrica drones, radares y misiles, ha anunciado una asociación estratégica con OpenAI.
|
etiquetas: ia , guerra , militar , inteligencia artificial