Rusia comenzó a utilizar una poderosa bomba aérea que ha diezmado las defensas ucranianas e inclinó equilibrio en las líneas del frente. Lo hizo convirtiendo un arma básica de la era soviética en una bomba planeadora que puede causar un cráter de quince metros de ancho. La bomba es la FAB-1500, básicamente un arma de 1.5 toneladas de las cuales casi la mitad son explosivos de alto poder. Es lanzada desde arriba por aviones de combate desde una distancia de unos 60-70 kilómetros, fuera del alcance de muchas defensas aéreas ucranianas.
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