...tras unas breves palabras en las que por lo visto no se llegó a acuerdo comercial alguno, mi madre procedió a despedirse del hombre y comenzó a cerrar la puerta, que sólo estaba entreabierta para la corta conversación. Ocurrió entonces algo inesperado que alteró por completo el curso de los acontecimientos: el vendedor, no dándose por vencido, metió el pie entre la puerta y el marco
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