El suceso tuvo lugar sobre las cinco de la tarde de este sábado. Por motivos que todavía no han sido esclarecidos, el menor cayó al vacío desde la ventana de la vivienda familiar. La suerte quiso que los cordeles de los tendederos de ropa situados en las plantas inferiores amortiguaran la caída, lo que evitó que el golpe fuera mayor. El menor quedó tendido en suelo, donde fue atendido por los vecinos que se encontraban que se encontraban en el lugar. Se encuentra clínicamente estable.
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