Una niña de 12 años que fue presionada mediante amenazas a enviar una imagen en topless a un pedófilo se enfrenta en Gran Bretaña a cargos por producción y difusión de pornografía infantil. Mientras el pedófilo permanece en libertad, la niña se enfrenta a una investigación policial por el envío de la imagen. En Gran Bretaña, la creación y difusión de imágenes con contenido explícito de un menor es ilegal incluso si la persona que lo hace es también menor, o si toma imágenes de sí misma.
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