Un médico del hospital Joan March firmó un certificado de defunción por error. Certificaron su muerte, pero a las pocas horas revivió. Una mujer, de avanzada edad que se encontraba ingresada en el hospital Joan March, supuestamente, falleció a última hora de la mañana de ayer viernes, y el médico de turno firmó su certificado de defunción. Introdujeron el cuerpo de la anciana dentro de la mortaja y la trasladaron hasta el tanatorio municipal de Palma. Una vez allí, descubrieron que los dedos de la ‘difunta’ se movían.
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