Sesenta alpinistas y diversas personalidades del deporte y la cultura de todo el territorio español se oponen al proyecto del Gobierno de Aragón que destruiría el valle natural de la Canal Roya en el Pirineo aragonés. Dicho proyecto consiste en unir las estaciones de esquí de Astún y Formigal construyendo una telecabina de más de 4 km de longitud a través de un paraje de enorme valor ambiental, financiado con 26,4 millones de euros de los fondos europeos PRTR, fondos cuyo uso exige ausencia de daño ambiental.
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