Acuciado por la necesidad, Mauricio García Pereira, acepta un trabajo en un matadero de Francia. Durante casi siete años, aspira la médula espinal de centenares de vacas e hincha cabezas de ternero con una pistola de aire comprimido, entre otras tareas. Un día Mauricio ve una placenta con un ternero casi formado dentro; pese a sus protestas, le ordenan que lo tire a la basura. Pronto descubre que están sacrificando de forma sistemática, por razones de productividad, vacas con embarazos casi a término. Decide instalar una cámara oculta...
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