Con demasiada frecuencia, hacer una denuncia de abuso sexual es hacer un ejercicio inútil. Incluso si se cree a la víctima, el proceso de demostrar la credibilidad puede ser tortuoso. Esta sensación de injusticia es quizás lo que hizo que se lanzara una campaña online para nombrar y avergonzar a los académicos de las universidades indias acusados de acosar sexualmente o agredir a estudiantes. La campaña ha desatado un furioso debate. La dificultad tiende a aumentar exponencialmente si el abusador en cuestión es un hombre bien posicionado.
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