Llama poderosamente la atención la indiferencia del conglomerado mediático, que dice defender la libertad de expresión, y que recibió los primeros aportes de WikiLeaks: The Guardian, LeMonde, Der Spiegel, El País y New York Times y que los usó como les dio la gana, guardándose mucha información, administrándola, infantilizando a las audiencias, como si no fueran capaces de zambullirse en los documentos que WikiLeaks había recibido.
|
etiquetas: julian assange , wikileaks , libertad de prensa