La inmobiliaria Engel & Völkers era la propietaria del activo inmobiliario y Lucas Fox dio con el comprador. Ambas cuentan con gran reputación en Vigo en el mercado especializado en alta categoría.Engel & Völkers se refería a esta propiedad como una «edificación histórica perfecta para convertirla en hotel con encanto u hotel rural». También está indicado que la casona cuenta con todos los permisos necesarios de la Secretaría General de Patrimonio de la Xunta para su lavado de cara. El precio señalado entonces eran 1,39 millones de euros.
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