“Pensábamos que España era un país del primer mundo, como dicen. Nos arriesgamos yo y mi mujer. Tuve que dejar a mi hijo de tres años con mi padre, por si acaso se muriera o algo. Llegamos a Gran Canaria. Me separaron de mi mujer y se la llevaron a Sevilla. A mí me dejaron aquí. Estuve en Las Palmas de Gran Canaria tres meses y luego me trajeron a Tenerife”, ha relatado un varón de origen marroquí con la ayuda de un traductor.
|
etiquetas: inmigrantes , migración