La Agencia Tributaria llevó a cabo una inspección contra Bárbara Rey por los periodos de IRPF comprendidos entre 2006 y 2008, que derivó en sanciones a pagar cuyo importe total alcanzaba los 247.335 euros en 2013. Pero, consciente de las actuaciones de la Agencia Tributaria, la actriz ya había comenzado a realizar operaciones patrimoniales a favor de familiares y amigos, para eludir el pago de las sanciones.
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