La contaminación lumínica generada por la iluminación artificial es una de las principales preocupaciones para las organizaciones de salud y conservación del medio ambiente, ya que afecta negativamente a la biodiversidad, al clima y al ritmo circadiano de las personas. Para mitigar este impacto, algunas ciudades –sobre todo de países nórdicos como Suecia y Dinamarca– han optado por reemplazar las bombillas tradicionales por luces rojas de bajo consumo. La luz roja, con su longitud de onda más larga y menor energía, produce menos deslumbramiento
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"Luz inactínica: Una luz inactínica es aquella luz de seguridad que se usa en
laboratorio porque no afecta a los materiales fotosensibles que se manipulan bajo
ella. Cada tipo de material tiene su propia luz inactínica en función del su
sensibilidad espectral. Esta luz ha de tener su máxima intensidad en una longitud de
onda que no afecte a ese material. La mayor parte de las luces inactínicas de
incandescencia pueden llegar a velar la emulsión si el tiempo o la proximidad al
mismo es excesiva."
incual.educacion.gob.es/documents/20195/1873855/IMS435_2+-+A_GL_Docume
Y luz cálida siempre, mucho mejor que la blanca, por no hablar de la azulada que es la peor por su alta frecuencia. Mucho cuidado con este tipo de luz.
La gente pide que se iluminen las calles como si fuese de día.
El mundo está loco.