Los envíos de los principales productores de teléfonos inteligentes chinos, Xiaomi, Oppo y Huawei, han caído al menos a la mitad desde el estallido de la guerra, dijeron personas familiarizadas con el asunto. Las marcas chinas representan alrededor del 60% del mercado ruso de teléfonos inteligentes. El desplome de más del 35% del rublo frente al dólar desde la invasión también ha dificultado que las empresas chinas puedan vender sus productos en Rusia sin incurrir en pérdidas. Tienen que cobrar a los clientes rusos un precio mucho más alto.
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