Está causando gran enfado el tratamiento dado a una joya histórica y patrimonial de Guadalajara como es el Palacio del Infantado, el monumento más conocido de la ciudad. Según ha publicado EsRadio en su cuenta de Twitter, los operarios que instalan los ornamentos de Navidad en Guadalajara han puesto un clavo de grandes dimensiones en la fachada principal del edificio, la más llamativa y la que más lo identifica, y han enrollado un cable de luz con unos tensores.
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