Rápidamente fue trasladada a Villanueva de los Infantes, donde pudiera examinarla un veterinario. El diagnóstico dado nos puso aún más los pelos de punta: Esperanza (así hemos bautizado a esta podenca de 8 años) tenía dos plomos alojados en su cuerpo. Uno en el cuello, muy cerca de la traquea y otro, en su ojo izquierdo. Rápidamente fue pasada a quirófano para ser intervenida del ojo. Ha perdido por completo la visión. El otro tiro fue imposible de intervenir, ya que se encontaba cerca de la tráquea carótida.
|
etiquetas: maltrato animal , podenca , perro , caza , castilla la mancha