El conflicto se ha desatado en el centro comercial Elmsleigh en Staines, Surrey (sur de Inglaterra). El pasado jueves se estropeó la calefacción en plena ola de frío que está viviendo el norte de Europa. Solo se proporcionó un pequeño calentador para toda la tienda y al personal en una reunión de crisis al comienzo del turno se le dijo que rotarían por los departamentos cada 15 minutos para mantenerlos calientes. Tres miembros del equipo regresaron a su casa, a pesar de que se les advirtió que eso podría poner en riesgo sus trabajos.
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