Una mujer que trabajaba en un campo de zanahorias fue atropellada ante su hija y sus aterrorizados compañeros. Sin embargo, los trabajadores recibieron la orden de seguir con sus labores, al lado del cadáver bajo una manta. "Se oían los gritos de la gente y no podía ver a mi madre", dijo la hija, trabajadora agrícola de 24 años al Times. En un comunicado, Grimmway Farms dijo: "Basándonos en los primeros resultados de nuestras investigaciones internas en curso, no creemos que Grimmway diera la orden de continuar trabajando el día del accidente"
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